viernes, 30 de abril de 2010
¿Qué es el mundo?
Un bello poema de Hugo Von Hofmannsthal, gran poeta austriaco del siglo XIX.
¿Qué es el mundo?
¿Qué es el mundo? Un poema eterno,
de ahí el espíritu divino irradia y encandece,
de ahpi el vino de la sabiduría espumea y centellea,
de ahé el sonido del amor nos habla.
Y cada hombre es un rayo
de ánimo cambiante rompiendo el sol,
un verso que pide otros mil,
que inadvertido se contiene y marchita.
Y es también un mundo por sí solo,
lleno de dulces secretos, de tonos jámas cantados,
de talento con apropiada, inviolable belleza
y ninguna otra resonancia o reflejo.
Y cuando tú por ventura leas en alguna hora
un libro, que sea aque jamás en la vida explorado.
viernes, 2 de octubre de 2009
Prometeo.
Ahora un pequeño relato de Franz Kafka, pero no por pequeño deja de ser bello, y denota mucha de la influencia que dejo Kafka en Albert Camus.
Prometeo.
Sobre Prometeo se informan cuatro leyendas: según de la primera, por haber traicionado a los dioses ante los hombres fue encadenado al Cáucaso, y los dioses enviaron águilas que le devoraban el hígado en perpetuo crecimiento.
Dice la segunda que, retrocediendo de dolor ante los picos despiadados de las aves de presa, Prometeo fue incrustándose cada vez más profundamente en la roca, hasta formar un todo con ella.
Según la tercera, en el decurso de los milenios se olvidó su traición, los dioses olvidaron, las águilas olvidaron, y él mismo olvidó.
Según la cuarta, se sintió cansancio de aquello que había perdido todo fundamento. Se cansaron los dioses, se cansaron las águilas, la herida se cerró cansada.
Quedó la montaña de roca, inexplicable. La leyenda intenta explicar lo inexplicable. Como se origina en un motivo de verda, debe finalizar nuevamente en lo inexplicable.
miércoles, 30 de septiembre de 2009
Kashtanka
Ahora un pequeño cuento de Antón Chéjov, llamado Kashtanka.
Un perro joven y canelo -un chucho de raza indefninida-, de morro muy parecido al de una raposa, corría adelante y atrás por la acera y miraba inquieto a los lados. De tarde en tarde se detenía y, con lastimero aullido, levantaba ya una, ya otra de sus heladas patas, tratando de comprender cómo podido perderse.
Recordaba muy bien lo que había hecho durante el día y cómo, a la postre, había ido a parar a aquella desconocida acera.
Por la mañana, su amo, el ebanista Luká Alexándrovich, se había puesto el gorro, había tomado bajo el brazo cierta pieza de madera envuelta en un trapo rojo y había gritado:
-¡Vamos, Kashtanka!
Al oír su nombre, el perro de raza indefinida había salido por debajo del banco de carpintero, donde por lo regular dormía entre las virutas, se había estirado agradablemente y había seguido a su amo. Los clientes de Luká Alexándrovich vivían muy lejos, así que antes de llegar hasta cada uno de ellos el ebanista debía hacer algunas paradas en las tabernas para reponer sus fuerzas. Kashtanka recordaba que por el camino su conducta había sido muy inconveniente. La alegría de que le hubiesen sacado a pasear le hacía dar brincos, ladrar al tranvía de los caballos, meterse por los patios y perseguir a todos los perros que se encontraba. A cada instante el ebanista lo perdía de vista, lo llamaba y le reñía enfadado. En una ocasión, con expresión de cólera pintada en el semblante, había llegado a sujetarle de su oreja de raposa, dándole unos tirones, y había dicho, alargando las palabras:
-¡O-ja-lá re-vien-tes, canalla!
Después de despachar con los clientes, Luká Alexándrovich se acercó un momento a casa de su hermana, donde bebió una copa y tomó un bocado. De allí se dirigió a visitar a un encuadernador conocido, del encuadernador a la taberna, de la taberna a ver a su compadre, etc.
En unas palabras, cuando Kashtanka se vio en aquella acera extraña, ya anochecía y el ebanista estaba borracho como una cuba. Agitaba sus brazos y, suspirando profundamente, balbuceaba:
-Todos hemos nacido en el pecado. ¡Oh, pecadores, pecadores! Ahora vamos por la calle y miramos las farolas, pero cuando nos llegue la muerte nos consumiremos en el fuego del infierno...
O bien, le daba por un tono de bonachón, llamaba a Kashtanka y le decía:
-Tú, Kashtanka, no eres más que un insecto. Si se te compara con el hombre, eres como un mal carpintero a un buen ebanista...
Estaba hablando así con él, cuando resonaron los acordes de una banda militar. Kashtanka volvió la cabeza, y vio que por la calle, hacia él, venía un regimiento. No podía soportar la música que le descomponía los nervios, empezó a aullar, yendo y viniendo. Con gran asombro suyo, el ebanista, en vez de asustarse, de chillar y ladrar, sonrío ampliamente y, poniéndose en posición de firmes, se llevó la mano a la visera. Viendo que su amo no protestaba, Kashtanka aulló con más fuerza y, sin comprender lo que hacía, cruzó la calzada hasta la acera opuesta.
Al darse cuenta de las cosas, la música ya no se oía y el regimiento había desaparecido, corrió al lugar donde había dejado a su amo, pero, ¡ay!, el ebanista ya no estaba allí, parecía que se le hubiera tragado la tierra.. Kashtanka olisqueó la acera con la esperanza de encontrar al amo por el olor de sus huellas, pero un miserable acababa de pasar con sus chanclas nuevas y todos los olores delicados se confundían con aquella peste de la goma, hasta el punto, que era imposible distinguir nada.
Kashtanka corrío adelante y atrás sin encontrar a su dueño. A todo esto, había oscurecido. A ambos lados de la calle encendieron las farolas, las ventanas de las casas se fueron iluminando. Caían los olmos de los caballos y los gorros de los cocheros, y cuanto más oscuro era el aire, más claros se hacían los objetos. Junto a Kashtanka, cubriendo su campo visual y empujándole con sus pies y piernas, no cesaban de ir y venir clientes desconocidos. (Kashtanka dividía a toda la humanidad en dos partes muy desiguales: amos y clientes, con la diferencia esencial, entre unos y otros, de que los primeros podían pegarle y a los segundos él mismo estaba autorizado para morderles las pantorrillas). Los clientes tenían prisa y no le prestaban atención alguna.
Cuando se hizo completamente de noche, Kashtanka se vio dominado por la desesperación y el miedo. Se arrimó a un portal y empezó a llorar amargamente. Las andanzas de todo el día con Luká Alexándrovich le habían fatigado, sentía frío en las orejas y las patas y, para colmo de males, estaba hambriento. Desde por la mañana sólo había tenido ocasión de llevarse algo al estómago dos veces: un poco de cola en casa del encuadernador, y una tripa de salchichón que había encontrado junto al mostrador de una de las tabernas. Y eso era todo. Si hubiese sido persona, de seguro habría pensado: "No, esta vida es imposible. ¡Hay que pegarse un tiro!"
martes, 29 de septiembre de 2009
Lamentos de un Icaro
Un bello poema de Charles Baudelaire.
Lamentos de un Icaro
Los amantes de las hetairas
están ahítos, dichosos;
pero mis brazos se han roto
por estrechara una nube.
Por eso, astros singulares
que arden en el hondo cielo,
va sólo ven mis pupilas
los recuerdos de unos soles.
En vano quise del espacio
hallar el medio y el fin;
siendo mi ala se rompe
ante una ignota mirada;
Por la belleza consumido
no tendré el honor sublime
de dar mi nombre al abismo
que habrá de ser mi sepulcro.
Sonetos a Orfeo
Otro poema de un alemán un poco desconocido Rainer Maria Rilke, un fragmento de los Sonetos a Orfeo. Rainer es un poeta que se caracteriza por el misticismo impregnado en sus poemas y ademas de ser un precursor del existencialismo.
El mundo cambia rápido
como formas de nubes;
lo cumplido regresa
al hogar, a lo prístino.
Sobre el cambio y la marcha,
más libre y amplio, dura
aún lo originario
canto, dios de la lira.
No se entiende el sufrir,
No se aprendió el amor,
ni se desveló qué
nos separa la muerte.
Sólo el canto en la tierra
consagra y solemniza.
Amo a las Mujeres.
Ahora pondré un poema de un grande de la literatura, Hermann Hesse, el cual lleva por título en alemán "Ich liebe Frauen", es un bello poema dedicado a las mujeres, a lo antiguo y al porvenir.
Ich liebe Frauen, die vor tausend Jahren
Geliebt von Dichtern und besungen waren
Ich liebe Städte, deren leere Mauern
Königsgeschlechter alter Zeit betrauern.
Ich liebe Städte, die erstehen werden,
Wenn niemmand mehr von heute lebt auf Erden.
Ich liebe Frauen- schlanke, wunderbare,
Die ungeboren ruhn im Schoss der Jahre.
Sie werden einst mit ihrer sternebleichen
Schönheit der Schönheit meiner Träume gleichen.
Amo a las mujeres
Amo a las mujeres que hace mil años
fueron amadas y cantadas por los poetas.
Amo las ciudades cuyos muros vacíos
lloran el linaje de reyes de los viejos tiempos.
Amo las ciudades que surgirán
cuando nadie hoy vive esté sobre la tierra.
Amo a las mujeres -esbeltas, maravillosas.
que no nacidas aún reposan en el vientre de los años.
Ellas seran alguna vez, con su belleza de estrella pálida
iguales a la belleza de mis sueños.
lunes, 28 de septiembre de 2009
Canto de Zaratustra.
Ahora posteare un poema de un gran filósofo Friedrich Nietzsche, poema que lleva por título en alemán Zarathustras Lied.
O Menscht! Gib Acht!
Was spricht die tiefe Mitternacht?
"Ich schlief, ich schlief
Aus tiefem Traum bin ich erwacht:
Die Welt ist tief;
Und tiefer als der Tag gedacht.
Tief ist ihr Weh,
Lust - tiefer noch als Herzeleid!
Weh spricht: Vergeh!
Doch alle Lust will Ewigkeit
will tiefe, tiefe Ewigkeit!"
Canto de Zaratustra.
¡Ah hombre! ¡Escucha!
¿Qué dice la profunda medianoche ?
"Yo duermo, duermo
en el profundo sueño estoy despierto:
El mundo es profundo
y más profundo como el día recordado.
Profundo es su soplo,
Goce- ¡más profundo aún como canto del corazón!
El soplo habla: ¡pasa!
Mas todo goce quiere eternidad
¡quiere profunda, profunda eternidad!
domingo, 27 de septiembre de 2009
Carbunclo
Ahora un poema de Novalis, tanto en alemán como en español, espero sea de su agrado.
Der Karfunkel
Es ist dem Stein ein rätselhaftes Zeichen
tief eingegrahen in sein glühend Blut.
er ist mit einem Herzen zu vergleichen,
in dem das Bilder der Unbekannten ruht.
Man sieht um jeinen tausend Funken streichen,
um dieses woget eine lichte Flut.
In jenem liegt des Glanzes Licht begraben,
wird dieses auch das Herz des Herzens haben?
El Carbunclo.
Existe una piedra con un misterioso signo,
enterado profundamente en su ardiente sangre,
es igual a un corazón donde
la imagen de lo desconocido descanza.
Al frotarse salen alrededor
mil chispas como flujo luminoso.
¿Acaso la luz del resplandor también yace
sepultada en este corazón de corazones?
martes, 22 de septiembre de 2009
Un poco de un nobel Chino
Pues esta vez ponga algunas frases de un nobel chino el cual tiene un libro muy bueno, acerca de la busqueda de la montaña del alma, pero en esta busqueda se encuentra con su propia esencia.
Gao Xingjiang: “La Montaña del alma”.
“En mi entorno, me enseñaban que la vida era la fuente de la literatura y que la literatura debía ser fiel a la vida, fiel a su verdad.”
“La vida no es al fin y al cabo más que un nudo de rencores inextricables, ¿tendría por casualidad algún otro significado?”
¡El destino es tan duro y el hombre tan débil! Frente a la adversidad, ya no somos nada”
“Si el hombre ha adorado instintivamente el fuego no ha sido más que para vencer el miedo interior que sentía a las tinieblas”
“Buda nos enseña que, para alcanzar la iluminación, no hay que conocer a Buda por su aspecto corporal; lo que se denomina la figura corporal de Buda son las figuras, sino la negación de su figura. Lo que os transmito es que hasta las mismas palabras de Buda no pueden ser aceptadas, no pueden ser retransmitidas, y lo que no puede ser transmitido no puede ser admitido, pero al mismo tiempo tiene que ser admitido, eso es lo que yo os trasmito, y ésta es la gran ley de Budas transmite, ¿alguna pregunta?”
“No soy un lobo, tan sólo quiero convertirme en uno para refugiarme en la naturaleza, pero no consigo desembarazarme de mi apariencia humana, soy una especie de monstruo con piel humana que no encuentra ningún sitio adonde ir”
“Cuando se conoce un hombre, una sonrisa vale tres partes de la felicidad”
“La desgracia involuntaria desaparece por si sola”
Hojas de HIerba Walt Whitman.
Un pequeño poema de este libro:
ADIOS MI FANTASÍA
¡Adíos mi fantasía!
¡Adíos, compañera, amor querido!
Voy a partir, más no se donde,
o con qué destino, ni si te volveré a ver,
de modo que adíos, mi Fantasía.
Ahora por última vez-dejame volver los ojos un momento;
parto, cae la noche, pronto cesará el latir de mi corazón.
¡delicioso!-la separación ahora-
Adiós, mi Fantasía
Pero deja que no me apresure,
es verdad que mucho hemos vivido, dormido
juntos, nos hemos filtrado hasta fundirnos
verdaderamente en un solo;
(si, seguire siendo uno)
Adonde vayamos iremos juntos para enfrentar
lo que suceda,
tal vez seas tú en realidad quien ahora me guía
hacia los verdaderos cantos(¿quién sabe?)
Tal vez seas tú el cerrojo mortal que se mueve,se
descorre-así que ahora por última vez,
¡adiós!¡Y salud!, mi Fantasía.